Mi segundo embarazo
- morfinursula
- 2 abr
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Conectar contigo ha tomado su tiempo. No ha sido tan rápido como la primera vez, ni mucho menos tan fluido. Esta vez hubieron síntomas nebulosos que sentía que me alejaban de ti.
Síntomas físicos incómodos que no se dieron la primera vez que me embaracé y aunque éstos son muy fáciles de achacar a vivir un embarazo siendo mamá de una toddler, yo más bien sospecho que había una cierta resistencia interna.
Hoy lo puedo ver más claro, ya pasadas varias semanas. El primer trimestre tuve un constante dolor de cabeza que me tumbaba. Hoy entiendo que era yo misma pidiéndome a gritos - literal - que apagara mi mente.
Mi poder creador femenino - desarrollándose con todo su esplendor - estaba creando un segundo bebé y la eterna batalla con la mente no cesaba. Estaba completamente sintonizada al mundo exterior, confundida entre supuestos mandatos sobre cómo ser una súper mujer y lograr todo lo que quiero al mismo tiempo.
Desde que vi esta prueba positiva de embarazo, se desenvolvió este proceso dual de desconectarme de afuera para re enchufarme aquí.
Fuera de ti se vive un mundo tan alejado de la intuición y lleno de una energía que nos hizo sentir a las mujeres que debíamos ser todo al mismo tiempo. Al menos eso me hacía sentir a mi.
Volver a ti ha sido como aplicar un remedio casero. Un alivio que me recuerda que este rinconcito es de lo más sagrado que he sentido, porque nadie nunca me advirtió como vivirlo. Porque aquí no hay tips, recetas, podcasts ni libros que me digan como vivirme. Aquí estoy yo solita, escuchándote como un secretito que se me va relevando poco a poco, sin prisa.
Aquí hay un refugio.
¿Cuándo nos convencimos que necesitábamos tantas voces externas que nos dijeran como vivirnos, cómo ser esa supuesta versión inalcanzable?
Hoy apenas regreso a ti, con 26 semanas de embarazo y con la única tarea de ser lo más yo posible para que tú seas mi mejor versión…
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